lunes, 8 de diciembre de 2008

LA BATALLA CON LA LENGUA

LO QUE LA BIBLIA DICE EN RELACIÓN CON LA LENGUA.

Respecto a las estrategias de Satanás para el control de la lengua, leemos en Santiago 3:1-13. Mediante la lengua todo el cuerpo puede ser profanado. La lengua nunca puede ser domada por el hombre. Solamente cuando rindes tu lengua a Dios puede el control ser mantenido sobre ella. Pero incluso entonces, nunca será domada. Nunca puedes descuidar tu guardia sobre la lengua creyendo que la has conquistado totalmente.

La Biblia compara la lengua con:

Un fuego: Santiago 3:5
Un fuego ardiente ; Proverbios 16:27
Un mundo de iniquidad : Santiago 3:6
Una bestia que necesita ser domada: Santiago 3:7-8
Una fuente de agua dulce o amarga : Santiago 3:11
Un árbol que produce fruto bueno o malo: Santiago 3:12
Un mal rebelde : Santiago 3:8
Veneno mortal : Santiago 3:8
Una navaja afilada : Salmo 52:2
Una espada afilada : Salmos 57:4; 59:7
Una serpiente venenosa : Salmo 140:3
Un hoyo profundo : Proverbios 22:14



La Biblia dice que la lengua es poderosa debido al efecto que tiene sobre otros.
La lengua tiene el poder de producir Muerte o Vida:
“La Muerte y la Vida están en poder de la Lengua...” (Proverbios 18:21).


La lengua es poderosa debido al efecto que tiene sobre ti. Puedes ponerte trampa con tus propias palabras:
“Te has enredado con las palabras de tu boca y has quedado atrapado en los dichos de tus labios” (Proverbios 6:2).
La lengua es poderosa porque tus palabras pueden separarte de Dios:
“A los que han dicho: «Por nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios son nuestros, ¿quién es señor de nosotros?” (Salmos 12:4).


ESTRATEGIAS DE SATANÁS : LA BATALLA POR LA LENGUA.

Tu lengua está cercanamente relacionada con tu corazón, cuerpo, alma, y espíritu. Por ejemplo, si Satanás tiene el control de tu corazón, él tiene el control de tu lengua:


“Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre” (Mateo 15:18-20).
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Lucas 6:45).


Satanás usa las cosas que tú dices para abrir una brecha en tu espíritu:
“La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu” (Proverbios 15:4).
Mediante conversaciones malignas creas una brecha mediante la cual Satanás entra para batallar en contra de tu espíritu. Satanás también usa tus labios para afectar a tu alma:
“La boca del necio le acarrea quebranto; sus labios son trampas para su propia vida” (Proverbios 18:7).
“El que guarda su boca y su lengua, su vida guarda de angustias”

(Proverbios 21:23).

Mediante la lengua, Satanás afecta a todo tu cuerpo:
“Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno” (Santiago 3:6).
Tu lengua afecta a toda tu vida:
“El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre” (Proverbios 13:3).
Satanás busca el control de tu lengua al tentarte a hablar:


PALABRAS CODICIOSAS:
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, pues él dijo: No te desampararé ni te dejaré” (Hebreos 13:5).


PALABRAS OCIOSAS:
“Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio” (Mateo 12:36).

PALABRAS VANAS:
“El corazón inteligente busca la sabiduría, pero la boca de los necios se alimenta de necedades” (Proverbios 15:14).


PALABRAS IMPRODUCTIVAS:
“Recuérdales esto, exhortándolos delante del Señor a que no discutan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes” (2 Timoteo 2:14).


FÁBULAS Y MANDAMIENTOS DE HOMBRES:
“Y no atiendan a fábulas judaicas ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad” (Tito 1:14).


MALDADES EN RELACIÓN CON COSAS QUE NO CONOCES:
“Pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen...” (Judas 10).
“Esos hombres, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición” (2 Pedro 2:12).


PALABRAS ADULADORAS:
“Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia. Dios es testigo” (1 Tesalonicenses 2:5).


PALABRAS SEDUCTORAS:
“Esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas”

(Colosenses 2:4).

MURMURACIÓN, QUEJA Y PALABRAS JACTANCIOSAS:
“Estos son murmuradores, quejumbrosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a las personas para sacar provecho” (Judas 16).
“Hablando palabras infladas y vanas, seducen con pasiones de la carne y vicios a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error” (2 Pedro 2:18).


PALABRAS VANAS:
“Habla mentira cada cual con su prójimo...” (Salmos 12:2).

PALABRAS ORGULLOSAS:
“... con su boca hablan arrogantemente” (Salmos 17:10).

PALABRAS DE JACTANCIA:
“¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras y se vanagloriarán todos los que hacen maldad?” (Salmos 94:4).

PALABRAS QUE TOMAN EL NOMBRE DE DIOS EN VANO:
“No tomarás el nombre de Yahve, tu Dios, en vano, porque no dará por inocente Yahve al que tome su nombre en vano” (Éxodo 20:7).


PALABRAS AMARGAS Y DE MALDICIÓN:
“Su boca está llena de maldición y de amargura” (Romanos 3:14).


MENTIRAS:
“Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron hablando mentira desde que nacieron” (Salmos 58:3).
“Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras con soberbia y menosprecio” (Salmos 31:18).


PALABRAS DE CALUMNIA:
“Tomabas asiento y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia” (Salmos 50:20).


PALABRAS MALICIOSAS EN CONTRA DE OTROS:
“Por esta causa, si yo voy, recordaré las obras que hace profiriendo palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe y los expulsa de la iglesia” (3 Juan 10).


SUSURROS (CHISMES):
“El hombre perverso promueve contienda, y el chismoso separa a los mejores amigos” (Proverbios 16:28).


CHISME:
“El que anda con chismes revela el secreto; el de espíritu fiel lo guarda íntegro” (Proverbios 11:13).


CALUMNIAS:
“El que no calumnia con su lengua ni hace mal a su prójimo ni admite reproche alguno contra su vecino” (Salmos 15:3).


PALABRAS NECIAS:
Las palabras necias provocan división:
“Nunca respondas al necio de acuerdo con su necedad, para que no seas tú también como él” (Proverbios 26:4).


PALABRAS CONTENCIOSAS:
“Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes llama”

(Proverbios 18:6).

PALABRAS DE DISENSIÓN:
“En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre;
los pondrás en tu Tabernáculo a cubierto de lenguas contenciosas”

(Salmos 31:20).

PALABRAS DE DISCORDIA:
“El testigo falso, que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos” (Proverbios 6:19).


PALABRAS PERNICIOSAS:
“Has amado toda suerte de palabras perversas, engañosa lengua” (Salmos 52:4).


PALABRAS PERVERSAS:
“Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios” (Proverbios 4:24).


PALABRAS PERVERSAS Y ENGAÑADORAS:
“Tu boca metías en mal y tu lengua componía engaño” (Salmos 50:19).
“El hombre deslenguado no será firme en la tierra; el mal cazará al hombre injusto para derribarlo” (Salmos 140:11).


PALABRAS MALICIOSAS:
“Los que buscan mi vida arman lazos, y los que procuran mi mal me amenazan y traman engaños todo el día” (Salmos 38:12).


PALABRAS INMUNDAS:
“Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca” (Colosenses 3:8).



CONTRA ESTRATEGIAS ESPIRITUALES: VICTORIA SOBRE LA LENGUA

Cuando David se dio cuenta de la gran batalla contra la lengua, él clamó:
“¿Qué te dará o qué te aprovechará, lengua engañosa?” (Salmos 120:3).
La única manera de ganar la batalla contra la lengua es mediante la aplicación de una contra estrategia espiritual dada por Dios en Su Palabra.


QUE TU CORAZÓN ESTÉ RECTO DELANTE DE DIOS:
El primer paso en ganar la victoria sobre la lengua es tener tu corazón recto delante de Dios:
“Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre, porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre...” (Mateo 15:18-20).
Tu boca hablará lo que esté en tu corazón. Si tu corazón no está recto, tu lengua lo revelará. Usa tu lengua para tener tu corazón recto delante del Señor:
“Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación” (Romanos 10:9-10).


RECONOCE TU RESPONSABILIDAD:
Reconoce que serás responsable por las palabras que salgan de tu boca:
“Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio, pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12:36-37).
“Entonces él le dijo: Mal siervo, por tu propia boca te juzgo...” (Lucas 19:22).


DATE CUENTA QUE TUS PALABRAS REFLEJAN EL EVANGELIO:
Mientras pienses que tu lengua no es importante, no ganarás control sobre ella. Debes darte cuenta que tu conversación refleja el evangelio de Jesús:
“Solamente os ruego que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo...” (Filipenses 1:27).


A causa de esto debes dar un buen ejemplo mediante tu conversación:
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12).
Lo que sale de tu boca no pasa desapercibido por los paganos:
“Entonces nuestra boca se llenó de risa y nuestra lengua de alabanza.
Entonces decían entre las naciones: ¡Grandes cosas ha hecho Jehová con estos!” (Salmos 126:2).
Puedes ganar a otros para el Señor Jesucristo mediante tu conversación:
“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, para que también los que no creen a la palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa” (1 Pedro 3:1-2).


MANTÉN TUS PALABRAS SIMPLES Y POCAS:
“En las muchas palabras no falta pecado; el que refrena sus labios es prudente” (Proverbios 10:19).
“Pero sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no”, porque lo que es más de esto, de mal procede” (Mateo 5:37).


PIENSA ANTES DE HABLAR:
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oir, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1:19).
“Si neciamente te has enaltecido y te has propuesto hacer mal, ponte la mano sobre la boca” (Proverbios 30:32).
“El corazón del justo piensa antes de responder; la boca de los malvados derrama maldad” (Proverbios 15:28).
“Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es inteligente” (Proverbios17:28).


APÁRTATE TÚ MISMO:
Apártate tú mismo de aquellos que no pueden controlar su lengua:
“Quítate de delante del hombre necio, porque no hallarás ciencia en sus labios” (Proverbios 14:7).


APRENDE EL PODER DE LAS PALABRAS DE PAZ:
Las palabras de paz son más poderosas que las palabras de odio:
“Con mucha paciencia se aplaca el príncipe, pues la lengua suave hasta los huesos quebranta” (Proverbios 25:15).


RECONOCE QUE TU LENGUA ES UN ARMA:
Tu lengua es un arma que puedes usar para derrotar al enemigo en lugar de ser derrotado por él:
“Ellos lo han vencido [Satanás] por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos” (Apocalipsis 12:11).
Si controlas tu lengua, ello avergonzará a aquellos que falsamente te acusan:
“Tened buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo” (1 Pedro 3:16).


TOMA CONTROL SOBRE TU LENGUA:
Con la ayuda de Dios, puedes controlar la lengua. Pero TÚ debes pasar a la acción para controlar tu propia lengua. Los siguientes versículos indican acción de TU parte:
“Porque: El que quiere amar la vida y ver días buenos, REFRENE su lengua del mal y sus labios no hablen engaño” (1 Pedro 3:10).
“Que a nadie DIFAMEN...” (Tito 3:2).

“Hermanos, NO MURMURÉIS los unos de los otros. El que murmura del hermano

y juzga a su hermano, murmura de la Ley y juzga a la Ley; pero si tú juzgas a la Ley, no eres hacedor de la Ley, sino juez. Uno solo es el dador de la Ley, que puede salvar y condenar; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?”
(Santiago 4:11-12).
“SEAN vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora” (Hebreos 13:5).
“Solamente os ruego que OS COMPORTÉIS como es digno del evangelio de Cristo” (Filipenses 1:27).


“En cuanto a la pasada manera de vivir, DESPOJAOS del hombre viejo, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y VESTÍOS del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por eso, DESECHANDO la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo...” (Efesios 4:22-25).


“Pero ahora DEJAD... palabras deshonestas de vuestra boca” (Colosenses 3:8).
“Ninguna palabra corrompida SALGA de VUESTRA boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29).
“QUÍTENSE toda..., maledicencia...” (Efesios 4:31).
“Sino, así como aquel que os llamó es santo, SED también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: «SED santos, porque yo soy santo”

(1 Pedro 1:15-16).

“APARTA de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios” (Proverbios 4:24).
“GUARDA tu lengua del mal y tus labios de hablar engaño” (Salmos 34:13).
“Yo dije: «ATENDERÉ a mis caminos para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno en tanto que el impío esté delante de mí” (Salmo 39:1).
“El que ofrece sacrificios de alabanza me honrará, y AL QUE ORDENE su camino, le mostraré la salvación de Dios” (Salmo 50:23).
“No TOMARÁS el nombre de Yahve, tu Dios, en vano, porque no dará por inocente Yahve al que tome su nombre en vano” (Éxodo 20:7).
“No DIRÁS contra tu prójimo falso testimonio” (Éxodo 20:16).


QUE TU CONVERSACION SIGA EL EJEMPLO DE JESUS:

Jesús habló palabra de gracia:
“Todos daban buen testimonio de él y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca. Decían: —¿No es este el hijo de José?” (Lucas 4:22).
Él habló palabras de autoridad sobre Dios:
“Se admiraban de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas” (Marcos 1:22).
No hubo astucia en Sus palabras (hablar pecaminoso):
“Él no cometió pecado ni se halló engaño en su boca. Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:22-23).


USA TU LENGUA PARA EL BIEN:

Habla palabras de sabiduría y amabilidad:
“Abre su boca con sabiduría y la ley de la clemencia está en su lengua”
(Proverbios 31:26).
“Mi boca hablará sabiduría, y el pensamiento de mi corazón inteligencia”
(Salmos 49:3).
Habla de Dios:
“En la hermosura de la gloria de tu magnificencia y en tus hechos maravillosos meditaré” (Salmos 145:5).

“Mi boca publicará tu justicia y tus hechos de salvación todo el día...”
(Salmos 71:15).
“Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día” (Salmo 71:24).

Habla de la Palabra de Dios:


“Hablará mi lengua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia” (Salmo 119:172).
“Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca” (Salmos 119:13).
“Hablaré de tus testimonios delante de los reyes y no me avergonzaré”
(Salmo 119:46).
Habla palabras de consuelo tomadas de la Palabra de Dios:
“Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”

(1 Tesalonicenses 4:18).

Habla del Reino de Dios:


“La gloria de tu reino digan y hablen de tu poder” (Salmos 145:11).
Permite que tus labios sean llenos de la alabanza a Dios:
“La alabanza de Yahvé proclamará mi boca. ¡Todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre!” (Salmos 145:21).
“Exalten a Dios con sus gargantas y con espadas de dos filos en sus manos” (Salmos 149:6).


“Las misericordias de Yahvé cantaré perpetuamente; de generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca” (Salmos 89:1).
“Yo alabaré a Yahvé en gran manera con mi boca; en medio de la muchedumbre
lo alabaré” (Salmos 109:30).
“Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus estatutos”

(Salmos 119:71).
“Porque mejor es tu misericordia que la vida, mis labios te alabarán”

(Salmos 63:3).

“Como de médula y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca” (Salmo 63:5).
“A él clamé con mi boca y fue exaltado con mi lengua” (Salmos 66:17).
“Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día” (Salmos 71:8).
“Mis labios se alegrarán cuando cante para ti; y mi alma, la cual redimiste” (Salmos 71:23).

“Bendeciré a Dios en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca” (Salmos 34:1).



ANTES DE HABLAR, FORMÚLATE ESTAS PREGUNTAS:

1. ¿Lo que voy a decir traerá gloria a Dios?
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:17).

2. ¿Es la verdad?
3. ¿ Es justo desde todo punto de vista?
4. ¿Será beneficioso?
5. ¿Edificará a otros (resultará en buena voluntad y en mejores amistades)?
6. Si estás hablando de otra persona, ¿le has dicho la misma cosas a él o ella?
7. Sabes que lo que estás diciendo es un hecho o has llegado a tus propias conclusiones después de escuchar rumores?
8. Si tienes algo en contra de tu hermano o hermana, ¿has intentado reconciliarte con ellos antes de discutirlo con otros?
9. Es absolutamente necesario que digas esto?

RECUERDA ESTOS VERSÍCULOS:

“Pues aún no está la palabra en mi lengua y ya tú, Dios, la sabes toda” (Salmos 139:4).
“El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber. El corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios” (Proverbios 16:21,23).
“El hombre se alegra con la respuesta de su boca; la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!” (Proverbios 15:23).
“Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene” (Proverbios 25:11).
“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir” (2 Pedro 3:11).
“El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre” (Proverbios 13:3).
“El que guarda su boca y su lengua, su vida guarda de angustias” (Proverbios21:23).

RECLAMA ESTAS PROMESAS:

“Escuchad, porque voy a decir cosas excelentes, voy a abrir mis labios para cosas rectas. Porque mi boca dice la verdad, y mis labios abominan la impiedad. Justas son todas las razones de mi boca: nada hay en ellas perverso ni torcido” (Proverbios 8:6-8).

ORA ESTAS ORACIONES:

“Pon guarda a mi boca, Señor; guarda la puerta de mis labios” (Salmos141:3).
“¡Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Señor, roca mía y redentor mío!” (Salmos 19:14).

ESTABLECE ESTE PROPOSITO:
“Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba y nada malo hallaste. HE RESUELTO QUE MI BOCA NO COMETA DELITO” (Salmos 17:3).

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