jueves, 18 de diciembre de 2008

LA AUTORIDAD DE CRISTO




“Jesús se acercó a ellos y les habló diciendo:
"Toda autoridad me ha sido dada en el Cielo y en la Tierra” (Mateo 28:18).

Dios es una trinidad hecha del Padre, Hijo, y Espíritu Santo. La fuente del poder es Dios Padre. Dios delegó el poder a Su Hijo, Jesucristo. El Espíritu Santo dotó a los creyentes después con poder delegado por el Hijo.

El poder y autoridad de Jesús era tan grande que los líderes religiosos de su tiempo comentaron, “¡Nunca habló hombre alguno así!." (Juan 7:46).

NACIDO EN EL PODER

Jesús nació en el poder del Espíritu Santo:
Respondió el ángel y le dijo: --El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también el santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).

Jesús es la manifestación visible del poder de Dios:
“Pero para los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo es el poder de Dios
y la sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:24).

BAUTIZADO EN EL PODER

Juan reconoció el poder de Jesús. Él dijo:
“Y predicaba diciendo: Viene tras de mí el que es más poderoso que yo, a quien
no soy digno de desatar, agachado, la correa de su calzado. Yo os he bautizado
en agua, pero él os bautizará en el Espíritu Santo" (Marcos 1:7-8).

Cuando Jesús fue bautizado por Juan en el Río Jordan, el Espíritu Santo descendió sobre Él en la forma de una paloma:
Juan dio testimonio diciendo: --He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y posó sobre El” (Juan 1:32).

Dios había dicho a Juan...
"... Aquel sobre quien veas descender el Espíritu y posar sobre El, éste es el
que bautiza en el Espíritu Santo" (Juan 1:33).
Esto fue confirmado cuando el Espíritu Santo descansó sobre Jesús en la forma de una paloma. Jesús no sólo estaba lleno con el poder del Espíritu Santo, Él era bautizado con el poder.

UN PODER PROBADO.

Inmediatamente después de Su bautismo, Jesús entró en el desierto a ser tentado por Satanás:

“Entonces Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto” (Lucas 4:1).

El poder es probado por la prueba. En cada tentación Satanás desafió el poder y la autoridad de Jesús. Jesús venció cada una con éxito y...

“Entonces Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y su fama se difundió por toda la tierra de alrededor” (Lucas 4:14).

SU FUENTE DE PODER

Dios el Padre era la fuente del poder y autoridad de Jesús. Jesús dijo:

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para proclamar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19).

Jesús no ejerció el poder independientemente de Dios el Padre. Continuamente, a lo largo de Su ministerio terrenal, Jesús confió en Dios como la fuente de Su poder:

Jesús les respondió: "Muchas buenas obras os he mostrado de parte del Padre” (Juan 10:32).

PODER ILIMITADO

No había ningún límite al poder de Cristo. Él recibió todo el poder en el Cielo y en la tierra:

Jesús se acercó a ellos y les habló diciendo:
"Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18).

Jesús tiene el poder...

“Por encima de todo principado, autoridad, poder, señorío y todo nombre que sea nombrado, no sólo en esta edad sino también en la venidera. Aun todas las cosas las sometió Dios bajo sus pies y le puso a El por cabeza sobre todas las cosas para la iglesia” (Efesios 1:21-22).

Jesús es la cabeza de todos los otros poderes:
“Y vosotros estáis completos en él, quien es la cabeza de todo principado y autoridad” (Colosenses 2:10).

Jesús tenía poder ilimitado. Él recibió:

PODER PARA ENSEÑAR CON AUTORIDAD:

Los escribas basaron su autoridad en las escrituras del Antiguo Testamento.
Jesús basó Su autoridad en el propio Dios:
Y se asombraban de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas” (Marcos 1:22).

Y se asombraban de su enseñanza, porque su palabra era con autoridad
(Lucas 4:32).

PODER SOBRE EL PECADO:

Jesús tenía poder para perdonar el pecado:

Pero para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad para perdonar pecados en la tierra, --entonces dijo al paralítico--: ¡Levántate; toma tu camilla y vete a tu casa!” (Mateo 9:6).

PODER SOBRE LA ENFERMEDAD:

Al atardecer, trajeron a él muchos endemoniados. Con su palabra echó fuera a los espíritus y sanó a todos los enfermos” (Mateo 8:16).

PODER SOBRE LA NATURALEZA:

“Y despertándose, reprendió al viento y dijo al mar: --¡Calla! ¡Enmudece!
Y el viento cesó y se hizo grande bonanza” (Marcos 4:39).

PODER SOBRE TODO HOMBRE:

“Como le diste autoridad sobre todo hombre, para que dé vida eterna a todos los que le has dado” (Juan 17:2).

PODER SOBRE SUS ENEMIGOS:

“Entonces le dijo Pilato: --¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y tengo autoridad para crucificarte? Respondió Jesús: --No tendrías ninguna autoridad contra mí, si no te fuera dada de arriba. Por esto, el que me entregó a ti tiene mayor pecado” (Juan 19:10-11).

PODER SOBRE LA MUERTE:

“Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá” (Juan 11:25).
A través de Su propia muerte y resurrección, Jesús...

“También despojó a los principados y autoridades, y los exhibió como espectáculo público, habiendo triunfado sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15).

PODER SOBRE SU PROPIA VIDA:

Jesús explicó con respecto a Su vida:

Nadie me la quita, sino que yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre"
(Juan 10:18).


PODER PARA EJECUTAR EL JUICIO:

Dios ha dado poder a Jesús para ejecutar el juicio:

Y también le dio autoridad para hacer juicio, porque él es el Hijo del Hombre” (Juan 5:27).

PODER SOBRE LOS DEMONIOS:

Jesús tenía poder y autoridad sobre las fuerzas demoníacas:

Todos quedaron asombrados y hablaban entre sí diciendo: --¿Qué palabra es ésta, que con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen?”
(Lucas 4:36).

Todos se maravillaron, de modo que discutían entre sí diciendo: --¿Qué es esto? ¡Una nueva doctrina con autoridad! Aun a los espíritus inmundos él manda, y le obedecen” (Marcos 1:27).A

Me refiero a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder. El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

PODER SOBRE TODAS LAS OBRAS DEL ENEMIGO:

El propósito por lo cual Jesús entró en el mundo fue para destruir todas las obras del Diablo:

El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del diablo
(1 Juan 3:8).

EL PODER PRESENTE

Después de Su muerte y resurrección, Jesús volvió al Cielo. Allí Él continúa ministrando en poder y autoridad a la mano derecha de Dios:

Pero de ahora en adelante, el Hijo del Hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios” (Lucas 22:69).

“Y dijo: --¡He aquí, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios!” (Hechos 7:56).

Jesús también continúa ministrando a través del poder delegado a los creyentes. Antes de que Jesús volviera al Cielo, Él delegó poder y autoridad a Sus seguidores. Ellos deberían hacer las obras que Él había hecho, y obras aún mayores (Juan 14:12). Usted estudiará sobre esto poder delegado en el próximo capítulo.

EL PODER FUTURO

Algún día, Jesús volverá a la tierra en gran poder y gloria:

Entonces se manifestará la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y en ese tiempo harán duelo todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30).

En ese momento todo los poderes del Cielo y de la tierra serán entregues a Jesús:

Después el fin, cuando él entregue el reino a Dios Padre, cuando ya haya anulado todo principado, autoridad y poder
(1 Corintios 15:24).

Todo el universo reconocerá el poder de Dios Padre y de Su Hijo, Jesucristo:

Y decían a gran voz: Digno es el Cordero, que fue inmolado, de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y oí a toda criatura que está en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, diciendo:
"Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la gloria y el poder por los siglos de los siglos"
(Apocalipsis 5:12-13).

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