martes, 9 de diciembre de 2008

LA UNCION DE PODER

LA PRÁCTICA DE UNGIR

"Ungir" realmente significa “aplicar el aceite a una persona o cosa”. Fue una práctica instituida en los tiempos del Antiguo Testamento. La unción originalmente era de tres tipos: Ordinaria, Médica, y Sagrada.

La Unción Ordinaria estaba asociada con la limpieza personal para hacer un

olor bueno. Usted puede leer de su uso en Rut 3:3, Salmos 104:15, y Proverbios 27:9. Los invitados eran ungidos como una marca de respeto (Lucas 7:46) y a
los muerto s se les preparaba para el entierro ungiéndoles (Marcos 14:8; 16:1).

La Unción Médica fue usada para ayudar el enfermo y herido. Para un ejemplo, vea Lucas 10:34.

La Unción Sagrada: El tercer tipo de unción es el asunto de este capítulo. Está unción era para propósitos sagrados o espirituales. Fue usada para dedicar cosas o personas a Dios.

EJEMPLOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

La primera ocasión de ungir para propósitos espirituales registrada en el Antiguo Testamento se encuentra en Génesis 28:18. Después de que Jacob había visto una gran visión de Dios, él...

“Jacob se levantó muy de mañana, tomó la piedra que había puesto como cabecera, la puso como memorial y derramó aceite sobre ella. Y llamó el nombre de aquel lugar Betel, aunque el nombre antiguo de la ciudad era Luz” (Génesis 28:18-19).

Dios después habló sobre este evento y dijo:

Yo soy el Dios de Betel, donde tú ungiste la piedra y me hiciste un voto. Levántate, sal de esta tierra y vuelve a la tierra de tu nacimiento" (Génesis 31:13).

Después, Dios dio instrucciones concernientes a la unción de sacerdotes, reyes, y profetas para consagrarlos a los propósitos espirituales. El contenido del Tabernáculo también sería ungido.

El propósito para ungir estas personas y cosas era separarlas en dedicación especial al servicio de Dios. Se usó el aceite santo para estos propósitos espirituales:

“Con esto prepararás el aceite de la santa unción. Será un ungüento combinado, obra de perfumador, el cual será el aceite de la santa unción.
Y hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Este será mi aceite de la santa unción a través de todas vuestras generaciones” (Éxodo 30:25,31).


LA UNCIÓN DE JESÚS

Siguiendo el modelo instituido por Dios, Jesús fue ungido para el servicio.
Jesús dijo:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para proclamar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19).

Éste fue un cumplimiento de la profecía cedida en Isaías 61:1.

Los discípulos reconocieron que...

“... a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder.
El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).


LA FUENTE DE LA UNCIÓN

El poder espiritual de la unción no está en el propio aceite. El poder no está en la persona que hace la unción o en las habilidades del destinatario. El poder de la unción fluye de la fuente, Dios el Padre. Nota que Jesús dijo "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido."

Pablo dijo:

Y Dios es el que nos confirma con vosotros en Cristo y el que nos ungió

(2 Corintios 1:21).

Dios era la fuente de la unción de Cristo. Él aún es la fuente de la unción. El aceite es sólo un símbolo natural que representaba esta unción. Jesús usó la práctica de ungir, pero no siempre con el aceite. Un hombre ciego sanado por Jesús informó:

El hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: Vé a Siloé y lávate. Entonces cuando fui y me lavé, recibí la vista” (Juan 9:11).

Este versículo confirma que no es la sustancia usada sino el poder detrás de la práctica de ungir que es eficaz. Aunque se ungieron hombres y mujeres simbólicamente con el aceite por el hombre, la verdadera unción de poder era de Dios. Dios dijo del Rey David:

Hallé a mi siervo David y lo ungí con mi aceite santo” (Salmos 89:20).

Años antes de que él fuese ungido en la vida por el hombre, David fue ungido por Dios:

“Entonces Natán dijo a David: --Tú eres ese hombre. Así ha dicho Dios de Israel: "Yo te ungí como rey sobre Israel y te libré de la mano de Saúl” (2 Samuel 12:7).


LOS PROPÓSITOS DE LA UNCIÓN

La unción del espíritu de Dios es muy importante en la vida y ministerio del creyente. Aquí están algunos propósitos de la unción:


EL SERVICIO:

Cuando la unción de Dios vino sobre Saúl, él se cambió en un nuevo hombre para servir a Israel como el rey:

“Entonces Samuel tomó un frasco de aceite, lo derramó sobre la cabeza de Saúl y le besó diciéndole: --¿No te ha ungido Jehovah como el soberano de su heredad?
Entonces el Espíritu de Dios descenderá sobre ti con poder, y profetizarás con ellos; y serás cambiado en otro hombre” (1 Samuel 10:1,6).

Jesús fue ungido por Dios para el servicio:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para proclamar el año agradable del Señor” (Lucas 4:18-19).

“Me refiero a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder. El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

La unción lo habilita a:


Predicar el Evangelio.
Sanar el corazón destrozado.
Sanar físicamente el enfermo.
Predicar la liberación a aquellos en esclavitud espiritual.
Abrir los ojos de aquellos en ceguedad espiritual.
Libertar aquellos que están heridos por el enemigo.
Hacer el bien.
Sanar a todos aquellos oprimidos por el Diablo.


LA RESPONSABILIDAD:

Dios unge a los creyentes con responsabilidades espirituales. Cualquier cosa que Él confía a usted, si grande o pequeña, no es debido a sus propias habilidades.

No es debido a su educación, personalidad, o posición social. Usted recibe la responsabilidad espiritual por la unción:

Yahvé dijo además a Aarón: "He aquí, yo te he dado el cuidado de mis ofrendas alzadas. Todas las cosas que los hijos de Israel consagran te las he dado a ti como porción, y a tus hijos como provisión perpetua” (Números 18:8).


LA INSTRUCCIÓN:

La unción le enseña:

Y en cuanto a vosotros, la unción que habéis recibido de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe. Pero, como la misma unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no falsa, así como os enseñó, permaneced en él” (1 Juan 2:27).

Esto no significa que usted no debe recibir la enseñanza bíblica de otros. Dios ha puesto a los maestros de la Iglesia para este propósito (Efesios 4:11).

El Espíritu Santo los unge a enseñar la Palabra de Dios. Pero si usted no tiene la oportunidad de recibir el ministerio de tales hombres escogidos por Dios, la unción del Espíritu Santo todavía lo enseñará.

Esta unción le ayuda a evaluar la verdad de las enseñanzas que usted tiene recibido de otros. También revela a usted las verdades que usted no entiende y claramente abre la revelación de la Palabra escrita de Dios a usted, la unción nos enseña "todas las cosas." Hay tal poder en la unción que le instruye en cada área de la vida y ministerio.


PERMANECER:

La unción de Dios le permite permanecer en Jesús. Note esta porción del versículo ya estudiado:

“Y en cuanto a vosotros, la unción que habéis recibido de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que alguien os enseñe. Pero, como la misma unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no falsa, así como os enseñó, permaneced en él” (1 Juan 2:27).

Una cosa es aceptar a Jesús como el Salvador. Otra es aprender cómo permanecer en Él y caminar en la obediencia a Su Palabra y Su voluntad. La unción le enseña cómo hacer esto.


LIBERTAD:

El yugo de esclavitud es destruido por la unción. Los yugos eran usados en el mundo antiguo para unir los animales para laborar en los campos. Ellos todavía se usan para el mismo propósito en muchas naciones hoy en día. Jesús habló del yugo cuando Él dijo:

"Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga" (Mateo 11:28-30).

Nosotros estamos todos bajo un yugo de algún tipo. El yugo de la esclavitud de Satanás es triple:


1. El yugo del pecado:

“Yo, Yahvé vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para que no fueseis sus esclavos. Yo rompí vuestro yugo, y os he hecho andar con la cabeza erguida” (Levítico 26:13).

El "yugo del Egipto" significa el yugo del pecado. Este yugo debe romperse si usted desea venir bajo el yugo con Jesús.

2. El yugo del ego:

Pablo se esforzó con el yugo del ego:

Porque lo que hago, no lo entiendo, pues no practico lo que quiero; al contrario, lo que aborrezco, eso hago” (Romanos 7:15).


3. El yugo del hombre:

El yugo del hombre es esclavitud puesta sobre usted por otros:

“Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos mismos no las quieren mover ni aun con el dedo. Más bien, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Ellos ensanchan sus filacterias y alargan los flecos de sus mantos” (Mateo 23:4-5).

El yugo del hombre puede incluir la esclavitud de la culpa, tradición, denominacionalismo, o normas imposibles de conducta impuesta por otros. ¿Cómo estas fortalezas pueden romperse en su vida y en las vidas de aquellos a quienes usted ministra? Ella son quebrada por la unción:

“Sucederá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro y su yugo de tu cuello. El yugo será destruido a causa de tu unción” (Isaías 10:27).

Usted no puede romper el yugo de Satanás con su propio poder. Usted no puede hacerlo por sus propias palabras de sabiduría. Cada yugo, cada esclavitud del hombre, es quebrado por la unción.


LA ALEGRÍA:

Jesús fue ungido con el aceite de alegría:

“Mientras que del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos; cetro de rectitud es el cetro de tu reino. Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con aceite de alegría, más que a tus compañeros” (Hebreos 1:8-9).

Aquellos que aman la rectitud y tienen odio de la maldad serán ungidos con esta misma alegría. La unción de Dios trae gran alegría en su vida. La alegría del Señor es la fuerza que autoriza su servicio para Dios.


UNCIONES ESPECÍFICAS

Los propósitos de la unción ya estudiados son para todos los creyentes. Pero Dios también unge las personas para ministerios específicos y tareas especiales. Algunos son ungidos como maestros, algunos son pastores mientras otros son profetas. Hay muchas unciones diferentes que Dios da a los creyentes.

Jesús tenía una unción específica de Dios para morir por los pecados de las personas. El nombre "Cristo" significa "el ungido."
El nombre Jesús quiere decir "Salvador.
Cuando el nombre "Jesucristo" se usa juntos, significa que Él es el ungido de Dios para ser el Salvador del Mundo.

Antes de Su muerte una mujer ungió a Jesús con aceite precioso y Jesús dijo:

Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella lo hizo para prepararme para la sepultura” (Mateo 26:12).

Jesús sabía que Él fue ungido de Dios para morir por los pecados de las personas. Nadie más tenía esta unción específica.

A lo largo del registro Bíblico, Dios ungió personas para ministerios específicos (Vea 2 Crónicas 22:7). Cuando las personas intentaron asumir un ministerio específico sin la unción de Dios para hacer esto, problemas fueron el resultado. Lea la historia de Miriam y Aarón en Números 12 para un ejemplo de esto.
Miriam y Aarón pensaron que ellos tenían la misma unción que Moisés y podrían también liderar a Israel. Pero ellos descubrieron algo diferente. Otro ejemplo se encuentra en Números 16 en la historia de Coré que intentó exigir la misma unción que Moisés.

Mucho de la desarmonía en el Cuerpo de Cristo viene de personas que intentan servir en las áreas del ministerio a las cuales ellas no han recibido la unción.
Una persona es ungida de Dios de una manera especial y pronto todos estamos imitando su ministerio. Pero los imitadores no tienen los mismos resultados poderosos. Ellos se preguntan lo que está equivocado. Ellos están haciendo todo sólo como alguien más, pero sin los mismos resultados.
La respuesta se encuentra en la unción de poder. La unción de Dios está sobre un hombre para una tarea específica, pero no en el otro. Debido a esto, uno tiene éxito mientras los otros fallan.

Uno de los pecados de la carne listados en Gálatas 5:20 se llama “celos" o “emulaciones." Las emulaciones son una forma de envidia demostrada en imitar a otros. Dios no puede bendecir las emulaciones. Dios busca aquellos que se moverán por fuera del pecado de las emulaciones a través de la unción de poder.


CÓMO RECIBIR LA UNCIÓN

RECONOZCA LA FUENTE:

La fuente de la unción de poder espiritual es Dios. Usted no puede confiar en su educación, personalidad, o posición social. Usted no recibe su unción de alguien más.

No hay nada que usted pueda hacer para ganar la unción. Usted no puede trabajarla por el emocionalismo. Dios es la única fuente de la unción espiritual. Para recibir tal unción, usted debe primero reconocer la fuente de la cual ella fluye.


EXPERIMENTE EL NUEVO NACIMIENTO:

Porque éste es un poder espiritual que fluye de la fuente de Dios, usted debe nacer de nuevo espiritualmente recibirlo. La razón para esto es:

“Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura; y no las puede comprender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).

Esta unción de poder fluye del Espíritu de Dios. El hombre carnal (pecador) no puede recibirlo. Usted no puede recibirlo a menos que usted sea un hombre espiritual.


LEA LA PALABRA DE DIOS Y ORE:

Desde que Dios es la fuente de la unción, usted debe quedarse en contacto con Él a través de la oración (en que usted habla a Él) y de la Palabra de Dios (a través de que Él le habla). Cuanto más usted permanece en Su Palabra, y Él permanece en usted, más la unción fluirá en su vida.


ROMPA EL YUGO:

Usted aprendió en este capítulo que uno de los propósitos de la unción es romper los yugos de esclavitud. Pida a Dios para romper cada yugo de pecado, ego, o aquellos impuestos por el hombre. Usted debe experimentar la unción que rompe el yugo en su propia vida antes de que ella pueda fluir a través de usted a otros.


RECIBA EL ESPÍRITU SANTO:

“Me refiero a Jesús de Nazaret, y a cómo Dios le ungió con el Espíritu Santo y con poder. El anduvo haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10:38).

Este versículo ilustra cómo la unción de Dios se relaciona a la operación poderosa del Espíritu Santo en su vida. Para experimentar la unción de poder, usted debe recibir el Espíritu Santo.


NO ENFOQUE EN SUS INCAPACIDADES:

Muchas personas enfocan en sus propias incapacidades en lugar de enfocar en las habilidades disponibles a ellas a través de la unción de poder. El Rey David dijo una vez:

Ahora yo soy débil, aunque soy un rey ungido...” (2 Samuel 3:39).

David reconoció que en sí mismo él era débil, aunque Él era el rey. El poder que él experimentó fue a través de la unción. Ella convirtió su debilidad en fuerza.
Él no enfocó en sus incapacidades, pero en sus habilidades a través de la unción de poder. Esto es por qué él pudo decir:

Contigo desbarataré ejércitos; con mi Dios saltaré murallas” (Salmos 18:29).

Los discípulos eran hombres que originalmente eran temerosos y descreídos.
Ellos todos abandonaron a Jesús en Su tiempo de necesidad. Uno incluso llegó a negarlo. Fue a este mismo grupo que Jesús confió la misión de alcanzar el mundo con el Evangelio. Jesús no enfocó en sus incapacidades. Él no enfocó en su falta de educación o posición social. Él no miraba el registro de sus fracasos pasados.
Él vio lo que ellos se volverían cuando ellos permitiesen la unción de poder cambiar sus vidas. Él los vio cómo ellos estarían después de recibir el Espíritu Santo.

Reconozca que el Espíritu de Dios está dentro de usted. Es Su trabajo, Su ministerio, Sus milagros, Su unción. Pídale que permita el fluir de la unción a través de usted. Empiece a extender la mano a otros en ministerio, y usted empezará a sentir el flujo de poder a través de usted. Cuanto más usted dirige sus energías hacia estos propósitos, tanto más la UNCION DE PODER fluirá a través de usted.


DESCUBRA SU UNCIÓN ESPECÍFICA:

Para determinar su unción específica en el ministerio, usted debe descubrir los dones espirituales que Dios le ha dado.

LA POSICIÓN DE LOS UNGIDOS

Ser ungido por Dios lo ubica en las líneas delanteras de la guerra espiritual.
La Biblia revela que aquellos que son ungidos con el poder por Dios experimentarán la oposición del enemigo:

“Se presentan los reyes de la tierra, y los gobernantes consultan unidos contra Yahvé y su ungido, diciendo: ¡Rompamos sus ataduras! ¡Echemos de nosotros sus cuerdas!" (Salmos 2:2-3).

David dijo:

Porque tus enemigos, oh Yahvé, han deshonrado, han deshonrado los pasos de tu ungido” (Salmos 89:51).

Pero Dios ha dicho de aquellos que se oponen a Sus ungidos que:

El que habita en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos. Entonces les hablará en su ira y los turbará en su furor” (Salmos 2:4-5).

Dios es su fuerza cuando enfrentando tal oposición:

Yahvé es la fuerza de su pueblo, la fortaleza de salvación para su ungido” (Salmos 28:8).

“Ahora reconozco que Yahvé da la victoria a su ungido; le responderá desde su santo cielo con la fuerza liberadora de su diestra” (Salmos 20:6).

Dios toma los ungidos de poder muy seriamente. Él advierte:

No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas!"
(1 Crónicas 16:22).




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